martes, 8 de diciembre de 2015

Ganas de seguir viviendo

Piensa en tu adolescencia y en esa vez que pensaste que era tu fin, literalmente tu fin, porque cometiste un error o porque sentías que tu vida estaba amenazada o porque el dolor o la tristeza eran demasiado grandes. Bueno eso es lo que me está sucediendo, todos los días la misma historia, me levanto gracias a las peleas de los que se podrían llamar mis padres, los que me hacen dar cuenta que esa "familia especial" solo existen en mi mente, la típica familia que tiene un perro, si no tiene nada que ver con lo que vengo contando, me distraigo demasiado, pero... a lo que voy, ¿algún día de mi vida va a ser normal?, despertarme en un lugar distinto... sin tener que escuchar gritos e insultos, tengo 17 y juro que a los 18 me voy de este lugar, vengo juntando dinero de hace tiempo, para poder irme a otro estado, para dejar lo que es mi vida "normal", todos dicen que las cosas pasan, pero esas "cosas que pasan" me tienen cansada, no se cuanto vengo aguantando esto, ah esperen, si se... hace tres malditos años, 1095 días de puro sufrimiento encarcelado en mi mente, ni siquiera me dejan salir con mis amigos para despejarme de esta asquerosa realidad. Creo que soy la parte de la familia, que no fue planeada, la que vino al mundo porque si. Duele que aunque no lo digan, te lo hagan entender así, todo comenzó a ser de esta forma, como ya dije, exactamente hace 3 años, cuando mi hermano mayor, murió en un trágico accidente, en la calle a la vuelta de mi casa. Vivo en una zona muy poblada, donde continuamente pasan vehículos, mayormente son camiones que se dirigen al puerto de Nueva York, prácticamente a los pies del puente de Brooklyn, un poco más al sur en la orilla de Manhattan, es donde se encuentra el puerto. Pues a lo que voy, una tarde... un camión en una mala maniobra, chocó con el auto de mi hermano, él iba hacia el trabajo, siempre tomaba ese camino, decía que se le hacía más corto.Él no sobrevivió, mis padres nunca lo pudieron soportar, cada primero de diciembre se acuerdan de él, hoy es un día de esos, pero ya no es lo mismo, es el tercer año sin él, mi hermano era el único de esta casa que me entendía, ahora soy yo, la que se encarga de entenderse sola, si, tengo mis amigos, pero prefiero llorar puertas adentro, no ir dando lastima por la vida y aparentar ser una chica feliz y fuerte, que tiene una vida normal.